miércoles, 19 de febrero de 2014

Laberinto.


Es curioso observar a estas alturas,
como para ti, mi más profundo silencio
resulta al menos una respuesta ambigua.

Sin embargo, creo que lo puedo entender.
Cuando la vía de la palabra se ha agotado,
sólo nos queda un canal donde manifestarlo.
El intransitado laberinto de nuestras miradas.

Aquí todo está más seco, más polvoriento,
sus caminos están plagados de escombros
y sus tonos predominantes tienden a grises.

Los arbustos que nos rodean, yacen 
perplejos observando, como dos locos
pretenden destruir su propia construcción.

En este lugar repleto de fantasmas
el encuentro resuelta muy violento.
Ya que las viejas voces que vagan
por su antiguo bosque, emergen
del más profundo sueño y se
adentran en tus ojos.

Proyectando con ellas,
esa maldita luz llena de fe.

martes, 7 de enero de 2014

Sobre la concepción de los hechos y su magnitud.


He aprendido en este mes de rigor a tomarme todo con más calma.  A disfrutar de esos pequeños detalles que realmente son los que llenan y te hacen sentir feliz a pesar de todo. También he aprendido sobre lo "malo", aunque yo prefiero catalogarlo más bien como lo "inesperado". Y es que ante lo inesperado sólo tienes tres opciones:  Hacer un drama de ello, actuar fríamente o tomártelo con humor y sosiego. En mi caso, debo declararme como un apasionado de las síntesis. Ya que sin una percepción global de la realidad con sus pros y sus contras, no se puede avanzar. Todos necesitamos poseer una mirada crítica ante el devenir de los acontecimientos.

No querría terminar esta entrada sin citar una frase:

"El aislamiento es placentero, reconforta al pensamiento. Para otros un día más de soledad y aburrimiento"

Rafael Lechowski.